La memoria, nuestra mala memoria.

La mala memoria, esa memoria a la que maldecimos todos cuando se nos olvidan las llaves o recoger algo de la compra, llamar a un amigo a una hora determinada, pedir hora en el médico… Normalmente es una buena compañera esta memoria nuestra y sin embargo la tratamos tan mal, por una vez que se olvidó de algo nos enfadamos con ella, como si nos fallara todos los días.

Hoy reflexionando sobre la memoria he llegado a una conclusión fatal, nuestra memoria individual es bastante buena a pesar de los castigos a la que la sometemos, pero si pensamos en la memoria social que es un poco «como a largo plazo», la cosa cambia. La naturaleza nos ha hecho una jugada intentando que nuestra adaptación al medio fuera lo menos dolorosa posible, un esquema de funcionamiento que por trivial ignoramos siempre. Los seres humanos tendemos a suavizar el pasado así como a ser excesivamente optimistas de cara al futuro, sobre todo cuando enfocamos los problemas sociales desde un prisma individual, cuando vemos un gran desafío o problema “supuestamente inalcanzable” para una sola persona. De ahí viene la confianza en que los desastres no ocurrirán porque “otros” no van a dejar que ocurra (por ejemplo el cambio climático), el desastre no llegará mañana, tranquilos chicos que llegará como mucho pasado mañana o dentro de tres días, en fin ya alguien hará algo…

Nuestra mala memoria y a la que deberíamos maldecir es la MEMORIA SOCIAL, esa que están aprovechando todos los desgraciados de este mundo para hacer de las suyas y confiar en que se nos olvidará con el tiempo lo que han hecho. Por ejemplo, nuestra mala memoria conseguirá que la recuperación económica que pagaremos todos con nuestro esfuerzo quede en “no fue para tanto”, aunque hayan aniquilado un montón de gente en países pobres subiendo los precios de los productos básicos. Que un gobernante tuvo relaciones sexuales con una menor y pudiendo acabar en la cárcel cambie la ley facilitando consecuentemente que un montón de criminales como él puedan acogerse en el futuro al nuevo reglamento también se nos olvidará… Esta es la memoria a la que apelan nuestros mandatarios cuando nos roban descaradamente a todos, porque en realidad roban dentro de un sistema que sufrimos y con el que ninguno nos sentimos identificados, un sistema del que la mayoría huye viendo fútbol o series de mierda en la televisión del infierno.

El «Señor Birimblimblím» sangre azul va a salir de rositas después de aprovecharse de todos nosotros, el banquero indultado también se fue de rositas mientras a cientos de familias le ejecutan el desahucio por las malas artes de unos pocos, el expresidente se pone unos sueldos vitalicios que marean cuando los ves y además deja a gente bien colocada con currículo ridículo…

Hay que hacer algo con la memoria social, dejemos de castigar a nuestra pobre memoria individual encargada de no olvidar las llaves y de intentar recordar el pasado como más agradable de lo que fue, porque seguramente no fue tan agradable como lo recuerdas, porque aquella persona que te hizo daño y ahora piensas que no fue para tanto en realidad fue un cabrón, porque esas malas personas que te han ido jodiendo a lo largo de los años eran malas de verdad.

AHORA APLICA ESTO A TU MEMORIA SOCIAL, SIEMPRE ES MÁS DURO DE LO QUE RECUERDAS, CADA VEZ QUE TE HACEN DAÑO ES MÁS DURO DE LO QUE RECUERDAS.

NO TE DEJES ENGAÑAR, ELLOS SABEN QUE VAS A OLVIDAR Y TODO ES POR EL DESEO DE TU CEREBRO DE HACERTE VIVIR UN POCO MÁS TRANQUILO Y QUE PIENSES QUE AÚN TIENES DIGNIDAD.

Saludos,

elduende.

P.D: Otro día hablaremos del RENCOR que es algo muy diferente a ser un desmemoriado.

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