Hola de nuevo!, hoy escribo motivado (tristemente), por la sonada ejecución de Stanley ‘Tookie’ Williams.

El país de las libertades y la democrácia parece que solo cree en el rencor y la represión como justicia y no como una posibilidad de reinserción, ¿este es el sentido que tiene la justicia?, ¿pena de muerte en un pais democrático?, la pena de muerte es (en todos los casos) injustificable puesto que deja a la sociedad a la altura del delincuente, cuando la gente prefiere hacer caso omiso de lo que esta ocurriendo en su sociedad, estan haciendo exáctamente lo que a todos nos han expuesto durante décadas como la vergüenza universal, son los mismos hechos repetidos con los nazis en los campos de exterminio, (los alemanes decían que no sabían donde llevaban a sus vecinos y eso les descargaba de culpa…).
En este caso es aún más lamentable puesto que este hombre estaba dedicando su vida a intentar evitar lo que a él le ha ocurrido, si los abandonados por la sociedad, los potenciales delincuentes, los que han pasado por la cárcel o están en ella no tienen una esperanza de reinserción y de perdón a pesar de llegar a tener un currículum en el que nos encontramos hechos como:

Nueve libros para niños que le valieron una nominación al Nobel de Literatura.

Propuesto seis veces consecutivas para el Nobel de la Paz por su trabajo contra la violencia callejera.

¿Que esta ofreciendo la sociedad cuando se puede ver claramente que a nadie le importa que cambies a mejor?.

El Sr. Arnold se ha cubierto de gloria con su ejecución, ha ejecutado a alguien que ha hecho más por la sociedad de lo que él ha hecho y hara con su carrera de «actorucho» y la de Senador, lo único positivo que veo en todo esto es que es el principio de su fin.

– ¡Y por cierto Sr.Arnold!, ya tiene usted bastantes cosas en común con Hitler, entre otras su origen Austríaco y el firmar sentencias de muerte, por favor no se esfuerce más en parecerse a él.

Esperemos que pronto acabe su carrera como político y por el bien del cine, también como actor.

Un saludo desde eudaemonia,

elduende.