Hace tiempo tenía una deuda conmigo mismo que consistía en leerme un libro que se llama “Tus zonas erróneas”, la gente me recomendaba leerlo pero yo no soy muy amigo de los libros de autoayuda etc…así que siempre me lo dejé para después, por fin me lo he leído para ver si era tan bueno como me decían y aqui va mi opinión.

Me parece altamente recomendable su lectura, en la que nos veremos más de una vez reflejados cayendo en muchas de las trampas que a juicio del autor nos pone la sociedad con su malsana “educación”. Sorpresas y aprendizaje asegurado sobre algunos de nuestros comportamientos más íntimos nos esperan en su desarrollo y argumentación, no es un libro manido típico de “autoayuda”, los cuales siempre me han parecido bastante noños, cargados de tópicos y en su mayoría inútiles para la gente.

En lo que no estoy tan de acuerdo con el libro es que lleva al extremo el ser independiente emocionalmente de todos los “debes” de los “tienes”, etc. Es cierto que no suelen ser muy buenos compañeros de viaje todos estos comportamientos pero creo que el autor se excede en cuanto a que al final, estar liberado de zonas erróneas parece que se trate de no pensar nunca “en el futuro” y de ocuparse uno sólo de si mismo y pasando de los demás no vaya a ser que se nos vuelvan dependientes (como si les estuvieras haciendo un favor).

Estoy de acuerdo que para cuidar a otro/s hay que cuidarse así mismo como creo que uno debe quererse y respetarse para que el resto de la sociedad también lo haga. Pero una cosa es esto y otra distinta es poco menos que ser un indolente, intentar tener una “dependencia emocional=0” de los demás es imposible porque somos animales gregarios por definición y por lo tanto nuestros estados emocionales influyen en los demás y los del resto de la gente nos influyen a nosotros.

Como lo que acabo de escribir es una opinión personal, os recomiendo que lo leáis, puesto que no os dejará indiferentes y tal vez os ayude a comprender ciertos comportamientos que todos presentamos de vez en cuando.

Un saludo desde eudaemonia,

elduende.